Este es la tercer entrega de la serie Líbranos del Mal
Por magia podemos entender toda clase de ritos con los que se pretenden canalizar las fuerzas ocultas para conseguir nuestros deseos. Algunos magos hacen rituales mágicos para que uno tenga
suerte en sus negocios, para que tenga trabajo, para curar enfermedades o para conseguir a la persona amada. Cuando hacen magia negra para hacer daño, con la ayuda del demonio, se llaman brujos; y adivinos, cuando tratan de conocer el futuro.
En cuanto a la magia, podemos aludir aquí a Harry Potter, un personaje famoso en todo el mundo a través de los libros de la Sra. Rowling, la autora inglesa, que ha fomentado entre los niños, jóvenes y adultos, el mundo de la magia. Harry Potter es un aprendiz de mago que usa su varita mágica para hacer ciertos ritos con su capa de mago. Aparte de que muchas de sus actitudes no son muy éticas, pues pareciera que para hacer el bien se justifican algunos medios no éticos como la mentira, de hecho, la Harrimanía hace que muchas personas, y no sólo niños, se aficionen a este mundo mágico.
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1º- El Reiki pretende domesticar y utilizar la llamada «energía vital universal». Pero ¿qué es la energía vital universal? (que otros llaman energía cósmica, magnética, «cristica», etc.). San Pablo habla de las «energías de este mundo de tinieblas» (Ef 6,12). Y sabemos que, desde el pecado original, no sólo el hombre está herido, sino que la armonía del mundo queda destruida (Catecismo de la Iglesia Católica Nº 400) y las energías del cosmos son perturbadas por fuerzas malignas: «El mundo entero yace en poder del demonio» (1 Jn 5,19). Así, el que se abre a la «energía universal» se abre a fuerzas que no conoce, y que no son todas buenas.