NOTA: Esta nota es el resultado de una recopilación de datos y comentarios, surgidos de charlas formales e informales con los dos pilares que el Señor eligió para comenzar y difundir esta Corriente de Gracia en Argentina.

El Señor los formó y preparó durante años, para que luego, en distintos lugares pero prácticamente al mismo tiempo, conocieran y se comprometieran de por vida con la Renovación Carismática Católica, y trabajaran sin cesar a pesar de las dificultades.

Sus seguidores son hoy los líderes mejor formados que llevan la presencia de Jesús Resucitado y el fuego del Espíritu a todo lugar.

Por supuesto que este texto puede ser enriquecido por otras vivencias, dado que esto es sólo parte de la historia vivida y conocida por nosotros.

Para la llegada de la RCC a Argentina, El Señor se valió fundamentalmente de 2 sacerdotes, con más de 50 años de ministerio sacerdotal, que aun siguen trabajando en esta Corriente de Gracia: el P Francisco Muñoz Molina, sacerdote trinitario, “Padre Paco” para sus amigos y el P Alberto Ibáñez Padilla, sacerdote jesuita, conocido como “PA” iniciales de “Padre Alberto”

Sus caminos fueron paralelos y contemporáneos

El camino del P Paco

Nuestro querido Padre Paco, egresado de la Universidad Gregoriana de Roma, era en ese tiempo profesor de Teología en la Universidad del Salvador, donde conoció al P Martensen.

A comienzos de 1970, el P Paco fue invitado por una religiosa a la parroquia San Gabriel de Vicente López a conocer esta nueva expresión que estaba ocurriendo en Argentina.

Luego el  P Martensen organizó un retiro para unos 50 jóvenes en Pilar, donde el P Paco estaba abocado  a la atención espiritual de los jóvenes.

El retiro tuvo lugar durante 4 días: desde el miércoles hasta el sábado y fue una verdadera revolución y renovación personal de estos jóvenes. Cuando los despedían les dijo: “ustedes salen de aquí el sábado a la tarde, para vivir esta experiencia el domingo en sus parroquias”

Esa “revolución” no quedo allí, cuando el P Paco  regreso a su parroquia, Santísima Trinidad en el barrio de Belgrano, guió al grupo de jóvenes que ya se reunían en la parroquia, para que vivieran esa experiencia transformadora. Allí comenzó “TRIJU” (Juventud Trinitaria). Estas reuniones de oración transformaron las vidas de estos muchachos de tal manera, que sus padres notaron grandes cambios en su comportamiento. Por ese motivo se acercaron ellos también a la parroquia, para ver que pasaba, y esa fue la manera que utilizo el señor para que se conformara el grupo de adultos, que luego se llamó “Juan 17,21” y aun existe.

Así fue que la Parroquia Santísima Trinidad, se convirtió en la primera parroquia de Buenos Aires, que abrió sus puertas a esta corriente de gracia para el funcionamiento de los Grupos de Oración, y el 4 de octubre de 1974, se fundó la “Comunidad Santísima Trinidad”, que continua hasta hoy perseverando, que tiene grupos de oración no solo allí en Belgrano sino también en Villa María (Córdoba), Candelaria (Misiones) y que muchos hombres y mujeres que comenzaron allí su camino carismático, luego han sembrado esta semilla en innumerables comunidades y grupos de oración del gran Buenos Aires y de todo el país.

Luego de este comienzo, el P Martensen fue llamado por el Señor a fundar y formar el Movimiento de la Palabra.

Dos momentos en la vida del P Paco

El Señor fue preparando durante años a este sacerdote. Durante la realización del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962 / 1965), el P Francisco era Superior de la Casa Trinitaria en Roma, y fue invitado a asistir a ese trascendental evento para acompañar a Mons. Martínez de Madagascar por su condición de teólogo.

Allí compartió sus impresiones con otro sacerdote, el P Serafino Calvo, y una de las observaciones que hicieron, fue que en ningún otro concilio en la vida de la iglesia católica, se había hablado tanto de la tercera Persona de la Santísima Trinidad: el Espíritu Santo.

Muchos años después, una vez que la RCC ya estaba dando sus primeros pasos en la Argentina, se realizo un retiro en San Antonio de Arredondo al que concurrieron laicos y 10 sacerdotes.

Allí se invito a los sacerdotes a vivir la experiencia de imposición de manos y descanso en el Espíritu. En esos tiempos, el Cardenal Suenens, designado por el sumo Pontífice Pablo VI, Asistente Episcopal de la RCC en el mundo, no estaba convencido de la autenticidad de la experiencia del descanso en el espíritu, por lo que el  P Francisco no estaba muy de acuerdo con esa propuesta dado que podría generar problemas con la jerarquía.

Finalmente estando todos juntos y en oración, vivieron esa experiencia y el P Paco lo aceptó al escuchar interiormente “¿Por qué eres tan incrédulo? ¿Por qué rechazas lo que yo quiero darte?”

Luego de haber experimentado el descanso en el Espíritu, el P Paco escribió una carta al Cardenal Suenens diciéndole: “es un momento muy bonito, lo invito para que nuestra comunidad pida para que usted lo experimente”

El camino del P Alberto

También el Señor fue formando a este sacerdote en el camino carismático. En 1968 el P Alberto Ibáñez Padilla realiza un viaje a Colombia para estudiar la liturgia en iglesias cristianas no católicas, y allí tiene la posibilidad de conocer en profundidad el movimiento Pentecostal, que lo impactó por su seriedad y apego a las escrituras.

Luego viaja a Nueva York, donde toma contacto con ese movimiento renovador dentro de la Iglesia católica, y regresa a la Argentina con la novedad.

En 1969 comienza la dirección de los grupos tradicionales Aín Karim en Mendoza, a los que comienza a introducirlos en esta corriente renovadora.

En Buenos Aires publica en el recordado periódico Esquiú una nota titulada: “¿Sabía usted que existen pentecostales católicos?”.

Para esa época se comienzan a dar las Convivencias con Dios, que eran el método de crecimiento de la RCC. Los mismos servidores de los grupos trabajaban en el retiro.

Se da el primer Seminario de Vida en el Espíritu en 1973.

Luego de haber muchos grupos Aín Karim y que su manual obtuviera aprobación eclesiástica, se provoca una división, debido a que la profusión pública del don de lenguas escandalizó a los más conservadores.

De allí surgen algunos grupos que son los que conformaron el Movimiento de Renovación Espiritual, quedando a su cargo como coordinador José Torres y el Padre Ibáñez como asesor.

En 1977 se forma la “Comunidad de Convivencias con Dios” que se mantiene en pleno crecimiento.

Los caminos se unen

En 1973 Mons. Aramburu  había prohibido las reuniones donde se produzca o favorezca el hablar en Lenguas o el bautismo en el Espíritu Santo.

En 1974 se realiza el Primer encuentro de la RCC en la Argentina, dentro del Congreso Eucarístico Nacional, allí lo respaldaron el Padre Conrado Mirke y Monseñor Pedro Lira.

En el año 1975, se eligió el primer equipo Coordinador de la RCC en Argentina, que estaba integrado por:

• Osvaldo Cuadro Moreno – Coordinador laico
• P Francisco Muñoz – Tesorero
• P Alberto Ibáñez – Asesor

Dado que en ese momento al P Alberto, el Superior Provincial le prohíbe estar vinculado a la RCC, el P. Paco asume como asesor.

En 1976 se crea un secretariado de la RCC Argentina con sede en Buenos Aires.

Podemos encontrar dos situaciones similares en estos tiempos en la vida de ambos sacerdotes en la RCC: los comienzos no les fueron fáciles y ambos se relacionaron con  pastores evangélicos, tales como el Pr Juan Carlos Ortiz, actualmente en EEUU, y el Pr Jorge Himitián, lo que generó un diálogo amistoso entre ellos.

Es importante recordar también a otros pioneros de la RCC en Argentina:

• P Inocencio Iacobellis – Misionero Redentorista
• P José Romero – Sacerdote Diocesano
• José Torres – Laico, Fundador de la Casa de la Palabra
• Hna. Rosa José – Hermana Pasionista
• Osvaldo Cuadro Moreno – Laico

Nelly y José Luis Picone

Abril 2010