Grupo de Oración para matrimonios y parejas – Renovación Carismática Católica Argentina

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¿A que vamos a un grupo de oración? – Renovación Carismática Católica

Muchas veces confundimos la finalidad que debe tener un grupo de oración y queremos hacerlo a nuestro propio gusto. Cuando así lo hacemos, vamos desvirtuando la razón de ser de dicho grupo y este pierde su vitalidad y su fuerza.

Uno de los motivos que crean confusión es el mezclar erróneamente la oración personal, con la oración comunitaria, queriendo hacer de la reunión semanal de oración comunitaria, un tiempo para hacer oración personal. Esto sucede cuando nuestra oración personal es inexistente o se encuentra en vías de extinción. Al no llenarnos de Dios en nuestro tiempo de devoción personal queremos reemplazarlo en la oración comunitaria y al no llenarnos de Dios como esperábamos, nos frustramos y le echamos la culpa de nuestra negligencia espiritual al grupo de oración.

Queridos hermanos la oración personal es eso precisamente «Personal» y es por lo tanto «indelegable». Otros pueden interceder por ti, pero nadie puede orar en tu lugar.

En la oración personal, Dios nos sana, nos limpia, nos da vida, nos da dirección a través de su palabra, y eso sólo puede hacerlo el Señor con su gracia mediante el poder del Espíritu Santo en tu oración personal.

Cuando venimos luego al grupo de oración semanal, trabajamos en el, volcando todo lo que el Señor nos ha regalado en nuestro encuentros personales, compartiéndolo con los demás hermanos del grupo.

La Palabra de Dios nos enseña en 1 Cor. 14,26 «En resumen, cuando se reúnan, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una interpretación; pero que todo sea para edificación mutua.»

El grupo de oración no es un lugar donde venimos pasivamente a tratar de sobrevivir espiritualmente con lo que el Señor les da otros hermanos. Por el contrario es un lugar donde venimos activamente a edificarnos mutuamente, con todos los materiales espirituales que hemos recibido en nuestros encuentros personales con el Señor Jesús.

Sanación Interior del Miedo

Mons. Uribe Jaramillo

«Estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz sea con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, Yo también os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengáis les quedan retenidos»

Señor Jesús, quiero proclamar tu Señorío, quiero glorificarte porque eres nuestra paz, quiero bendecirte porque Tú eres el único que regalas la paz verdadera. Gracias por la que diste a tus discípulos el día de tu Resurrección, gracias Señor porque en tu bondad quisiste quitar el miedo que había en ellos. «No temáis, les dijiste, la paz sea con vosotros». Apiádate Señor de nosotros, también ahora. Tenemos miedo, Tú lo sabes, mucho miedo, Señor. Destruye con tu paz, con tu amor, con tu serenidad, el miedo que nos domina, el miedo que nos tiene enfermos. Señor, Tú eres nuestro Salvador, Jesús sálvanos del miedo, inúndanos de paz y concédenos la plenitud de tu Espíritu, para que experimentemos el gozo verdadero. Gracias Señor.

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