«Estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz sea con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, Yo también os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengáis les quedan retenidos»
Señor Jesús, quiero proclamar tu Señorío, quiero glorificarte porque eres nuestra paz, quiero bendecirte porque Tú eres el único que regalas la paz verdadera. Gracias por la que diste a tus discípulos el día de tu Resurrección, gracias Señor porque en tu bondad quisiste quitar el miedo que había en ellos. «No temáis, les dijiste, la paz sea con vosotros». Apiádate Señor de nosotros, también ahora. Tenemos miedo, Tú lo sabes, mucho miedo, Señor. Destruye con tu paz, con tu amor, con tu serenidad, el miedo que nos domina, el miedo que nos tiene enfermos. Señor, Tú eres nuestro Salvador, Jesús sálvanos del miedo, inúndanos de paz y concédenos la plenitud de tu Espíritu, para que experimentemos el gozo verdadero. Gracias Señor.