Itinerario de Cuaresma – Benedicto XVI

Queridos hermanos y hermanas,

Hoy, marcados por el austero símbolo de las Cenizas, entramos en el Tiempo de Cuaresma, iniciando un itinerario espiritual que nos prepara a celebrar dignamente los misterios pascuales. La ceniza bendecida impuesta sobre nuestra cabeza es un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar el empeño de conversión para seguir cada vez más al Señor.

La Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar del cumplimiento de su misterio de pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un «camino» que recorrer, que consiste no tanto en una ley que observar, sino la persona misma de Cristo, a la que hay que encontrar, acoger, seguir. Jesús, de hecho, nos dice: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga» (Lc 9,23). Es decir, nos dice que para llegar con Él a la luz y a la alegría de la resurrección, a la victoria de la vida, del amor, del bien. También nosotros debemos tomar la cruz de cada día, como nos exhorta una bella página de la Imitación de Cristo: «Carga con tu cruz y sigue a Jesús; así irás hacia la vida eterna. Él fue delante, llevando su propia cruz y murió por ti en la cruz para que tú lleves tu propia cruz y estés dispuesto a morir en ella. Porque si mueres con Él con Él igualmente vivirás. Y si eres su socio en la pena también lo serás en el triunfo» (L. 2, c. 12, n. 2). En la Santa Misa del Primer Domingo de Cuaresma rezaremos: Oh Dios nuestro Padre, con la celebración de esta Cuaresma, signo sacramental de nuestra conversión, concede a tus fieles crecer en el conocimiento del misterio de Cristo y de dar testimonio de él con una digna conducta de vida» (Colecta). Es una invocación que dirigimos a Dios porque sabemos que sólo Él puede convertir nuestro corazón. Y es sobre todo en la Liturgia, en la participación en los santos misterios, donde somos llevados a recorrer este camino con el Señor; es un ponernos a la escuela de Jesús, recorrer los acontecimientos que nos han traído la salvación, pero no como una simple conmemoración, un recuerdo de hechos pasados. En las acciones litúrgicas, Cristo se hace presente a través de la obra del Espíritu Santo, esos acontecimientos salvíficos se vuelven actuales. Hay una palabra-clave a la que se recurre a menudo en la Liturgia para indicar esto: la palabra «hoy»; y esta debe entenderse en el sentido original, no metafórico. Hoy Dios revela su ley y nos da a elegir hoy entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte (cfr. Dt 30,19); hoy «el Reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1,15);hoy Cristo ha muerto en el Calvario y ha resucitado de entre los muertos; ha subido al cielo y se ha sentado a la derecha del Padre; hoy se nos da el Espíritu Santo; hoy es el tiempo favorable. Participar en la Liturgia significa entonces sumergir la propia vida en el misterio de Cristo, en su presencia permanente, recorrer un camino en el que entramos en su muerte y resurrección para tener la vida.

Leer el texto completo

Líbranos del Mal – Líbranos del Maligno

Cuando rezamos la oración Jesús nos enseñó, esa que quizás aprendimos de niños, a través de nuestra familia, o en el catecismo, estamos realizando sin saberlo una oración de liberación.

Allí decimos «Líbranos del mal» o como se rezaba la oración en latín «sed libera nos a malo» < Libéranos del malo>. Estamos haciendo una oración de liberación que el mismo Jesús nos enseñó.

Hoy mucha gente, incluso cristiana, que por ignorancia y muchas veces sin saberlo, se va involucrando con prácticas que lo atan espiritualmente y el poder del mal va tomando distintas áreas de su vida, en diferentes niveles.

Por este motivo vamos a ir publicando una serie de artículos destinados a descubrir todos los engaños contemporáneos que tiene el maligno para someter hoy en día a las personas bajo su poder.

En esta primer entrega:

LOS PELIGROS DEL ESOTERISMO

Esoterismo es una palabra que designa a todo lo conocido por un círculo reducido de personas (los iniciados), y que no puede ser revelado públicamente, como, por ejemplo, técnicas de lectura de la mano o de las cartas, rituales para hacer filtros de amor, sortilegios para adivinar el futuro. También se refiere a fórmulas de invocación a espíritus o maneras de hacer pactos con el demonio. En una palabra, se refiere a cosas ocultas. Por eso, algunos lo denominan ocultismo, pues trata de dominar fuerzas ocultas, desconocidas para la mayoría, que se manifiestan a través de la magia, brujería, adivinación, chamanismo, espiritismo, vampirismo, satanismo…

Muchas de estas prácticas y rituales pueden ser aprendidas en escuelas de magia o en grupos secretos de espiritismo o satanismo. También pueden leerse en algunos libros que tratan sobre estos temas. Ahora es más fácil conocer estas cosas por medio del internet, donde uno puede ponerse en contacto con magos y brujos de cualquier parte del mundo, ver sus páginas web, contactarlos por teléfono e, incluso, aprender muchas prácticas sencillas. Por ejemplo, hay jóvenes estudiantes que aprenden de algunos magos a realizar ciertos ritos o fórmulas mágicas para conquistar al hombre o mujer de sus sueños… Y, de esta manera, sin darse cuenta, van entrando en un mundo oscuro y maligno, aunque lo hagan por afán de curiosidad.

Muchos jóvenes, que se sienten vacíos por dentro, y cuya vida no tiene sentido, buscan algo a lo que dedicar su propia vida y, muchas veces, lo encuentran en grupos y sectas esotéricas. Y van cayendo cada vez más y más en las redes de los espíritus del mal. Otros, buscando poderes superiores, caen en cualquier superstición.

Los resultados son desastrosos en todos los casos, pues satanás cuando le abrimos la puerta de nuestras vidas no nos va a soltar fácilmente. Como consecuencia, las personas que comienzan a practicar tales cosas, van entrando en obsesiones, depresiones, opresiones y en algunos casos hasta en posesiones diabólicas.

Tomado del libro LIBRANOS DEL MALIGNO del Padre Angel Peña O.A.R.

LOS CARISMAS – RCC

Por el Padre Tardif

Los carismas son dones Ministeriales que dan una fuerza muy especial a la evangelización, también son dones espirituales especiales que el Señor nos da para edificar la comunidad para construir la Iglesia, algunos confunden la palabra carisma con otras cosas que no son carismas sino dones naturales, por ejemplo hemos oído hablar del carisma de un peluquero y el carisma de un político, carisma de un músico esos no son dones espirituales, son dones naturales que se desarrollan, pero un carisma estrictamente hablando es un don espiritual, si el Espíritu Santo está en nosotros, desde el día de nuestro Bautismo porque somos Templos vivos del Espíritu Santo, está en nosotros con todos sus dones y todos sus carismas, el día de nuestro bautismo hemos recibido el Espíritu Santo con sus siete Dones.

Los siete Dones del Espíritu Santo son realmente la raíz de todos los carismas, hablamos de siete Dones, podríamos hablar de infinidad de dones, porque el número siete en la Biblia significa plenitud, y el día de nuestro Bautismo hemos recibido, como leemos en (Isaías 11,1-2). Los siete Dones del Espíritu Santo, el don de Sabiduría, de Conocimiento, de Inteligencia, el don de Consejo, de fortaleza, el don de Piedad y el de Temor de Dios.

Haz click aquí para leer el texto completo

Podés encontrar mas entradas como esta en nuestra sección enseñanzas

El Espíritu Santo en la Renovación Carismática Católica

Por el Padre Diego JARAMILLO, C.I.M.

¿CÓMO ACTUA EL ESPÍRITU DE DIOS?

Creo que la respuesta se encuentra en los primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles.


Allí está la norma para los discípulos de todos los tiempos, y por lo tanto para nosotros los que seguimos a Jesús cuando comienza el tercer milenio de la historia cristiana.

Quisiera proponer como principio unificante de toda la actividad responsable de la Renovación » la apertura a la acción del Espíritu Santo». Sin la presencia del Espíritu de Dios, toda nuestra actividad se vuelve nada. Y con su fuerza, nuestra nada toma dimensiones insospechables de eficacia y de poder espiritual.

Creo, por lo demás, que los únicos que han dado un aporte serio a la Renovación de la Iglesia han sido los hombres llenos de Espíritu Santo. Esto es claro, porque no podemos construir una Iglesia diferente de la que el Espíritu Santo ha venido construyendo en veinte siglos.

Para leer el artículo completo haz click acá

Verbum Domini

Mons. Eterovic explicó que en la primera parte, titulada «Verbum Dei», el Papa hace hincapié «en el papel fundamental de Dios Padre, fuente y origen de la Palabra, así como la dimensión trinitaria de la revelación».

En el primer capítulo, «El Dios que habla«, se resalta «la voluntad de Dios de abrir y mantener un diálogo con el ser humano, en el que Dios toma la iniciativa y se revela de diversas maneras». Asimismo «se destaca el aspecto cristológico de la Palabra, subrayando al mismo tiempo la dimensión pneumatológica». En esta parte se afronta la relación entre Escritura y Tradición, así como el tema de la inspiración y verdad de la Biblia.

Les dejamos el link para bajar el documento completo
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/apost_exhortations/documents/hf_ben-xvi_exh_20100930_verbum-domini_sp.pdf