Sergio es un hermano de nuestra Comunidad Santísima Trinidad que pertenece al grupo de asamblea noche, era uno de los pasajeros de la tragedia de once, iba en el primer vagón, el mas afectado por el accidente y el poder de la Oración lo salvó.

Es difícil contar un testimonio en medio de un episodio trágico y fatal, como fue el choque del tren en la estación de once, pero es lo que viví y lo comparto:

La madrugada de la tragedia me toco estar en oración hasta las tres de la mañana, cosa que casi nunca hago, por lo cual también salí a trabajar un poco mas tarde también. Salí de mi casa invocando al Espíritu Santo de una manera muy fervorosa ese día y me acordaba también que hacia nueve años justo hacía incursión en los grupos de oración de la rcc y así me fui viajando. En un momento tuve el presentimiento que se venia un accidente y yo di en suponer que le estaba por pasar algo a un compañero de trabajo que esta conmigo desde hace poco y tiene algunas perturbaciones psicológicas, por lo que oro seguido por el.

Así me iba en el primer vagón lleno de gente y orando con el rosario en la mano, lo que no me imagine ese día que yo iba a estar involucrado en la tragedia.

El tren entra en el anden, me guardo el rosario y el tren choca. Yo lo defino como que cayó una bomba y salimos todos despedidos, en un instante quede con un mar de gente arriba mio, y la oración que le hice a Jesús y lo que me salio con respecto a mi vida fue: si hay que entregarla yo la entrego.

Yo no se como salí de abajo, lo que me acuerdo fue empezar a reincorporarme y me tocaba las piernas, brazos, costillas y hasta los dientes incluso, y no podía creer que no tenia nada roto y estaba entero. El griterío era infernal, lo que vi era increíble, personas como estampilladas hasta el techo. No se por que, o quizás por el shock, yo no tenia miedo, algunas personas no podían salir, por las puertas cerradas y otras desde afuera querían romper los vidrios para ayudar. Antes que la rompan desde afuera y los vidrios estallen hacia dentro cortándonos, me apresure a romperla yo de una patada, le di algunas indicaciones a algunas personas para que no se corten con los bordes y después salí.

Vi que chocamos el anden, vi al maquinista atrapado, di la vuelta y vi muchas personas atrapadas, llegaban los policías y no sabían que hacer. Ahí le pedí y casi que increpé al Espíritu Santo para que se resolviera eso. Después llame a mi mama, le conté lo sucedido y ella me dice: justo estoy rezando por vos con alma y vida!! después me fui a encontrar con mi compañero de trabajo, recuerdo también que me fui orando por una cadena de oración que me llegó temprano en un sms y  también lo reenvié a una hermana y también oraba por lo sucedido.

Recién al mediodía cuando me llamaron mis hermanos y mi tía me cayó la ficha y decidí volverme a mi casa. Lo primero que me vino fue, a pesar que  me considero discípulo, soy catequista, etc. que no estoy valorando mi vida que me dio Dios como El quiere, que me deje amar mas por El a pesar de todo, que me estime mas, que como le dijo a Natanael veras cosas mas grandes todavía.

Me queda mucho por discernir y algunas cosas se revelaran con el tiempo seguro. También estuve dos días con una angustia desconcertante, que estoy seguro que se me fue, por la intercesión de muchos hermanos del grupo orando por mi.

Una hermana me dijo que yo fui como Daniel en el foso con los leones. Yo viví el poder de la oración, el poder de la intercesión de mi mama, y también sentí, aunque es difícil de explicar la comunión de muchos hermanos orando por mi.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!! Amen!!

Sergio A. Bazan,    Merlo, Prov. de Bs. As.

PD: el amor de Dios es gratis! aprovechen!!