5- No abandones la carrera

Seminario de Crecimiento en una Nueva Esperanza.

 

Texto Central: Gen 15,1-7; 16,1-12; 17,1-2

Texto Secundario: Hechos 14,19-20

Objetivo de la enseñanza: Resucitar los sueños y anhelos que Dios puso un día en nuestro corazón

Introducción: Hace un tiempo leí en una revista (Hecho en Bs. As.) la historia de Willy Polvorón, que ilustra perfectamente el tema de hoy. Este hombre nació en un lugar muy pobre en el gran Buenos Aires, en los Polvorines (de ahí lo de Polvorón) y había logrado lo que muy pocos lograban en su barrio, terminar sus estudios secundarios. Pero él tenía un sueño aún mayor, recibirse de abogado. Cuando le comentó su visión a su papá el le contestó textualmente «anda a vender garrapiñadas al tren», pero el no se rindió y a pesar de no tener apoyo comenzó a estudiar en la UBA, mientras que para mantenerse cortaba el pasto. Pero la historia continúa y lo que mas me impresionó es que después de estar varios años estudiando y dando exámenes, un día lo llaman y le dicen que descubrieron que el nunca había traído su titulo secundario, y era verdad le faltaba una materia. Por lo tanto todo lo que había rendido no era válido. Yo en su lugar hubiera pensado lo intenté, ya llegué bastante lejos, pero el no se rindió, volvió rindió la materia que le había quedado pendiente de sus estudios secundarios y luego comenzó otra vez a rendir una por una todas las materias de la carrera de abogacía, para luego de muchos años recibirse. Ese es un hombre que no abandona sus sueños.

Proposición: Dios tiene el poder de cumplir sus promesas aunque a veces haya que esperar

Interrogación: ¿Cómo esperar a que se cumplan las promesas de Dios sin desfallecer?

Desarrollo:

  • Debemos dejar que Dios transforme nuestros temores en CONFIADA ESPERANZA

Dios le habla en una visión a Abraham y va directamente al grano diciéndole «No tengas miedo», «Yo soy tu escudo». En la presencia del Señor todo miedo al fracaso, al ridículo, se diluye por el poder de su Espíritu que repite una y otra vez «No tengas miedo», «Yo soy tu escudo»

  • Debemos dejar que Dios cambie nuestra visión pesimista por una PODEROSA ESPERANZA

El Señor dice «muy grande será tu recompensa», pero Abraham había perdido la visión inicial de la promesa y en su corazón había otra visión, una pesimista, llena de fracaso y angustia, y le dice al Señor de que recompensa me hablas si todavía no tengo hijos, todo lo que me des no tiene ningún sentido porque nadie va a heredarme. Pero Yahveh comienza a cambiar su visión diciéndole «NO SERÁ ASI», «MIRA AL CIELO Y CUENTA LAS ESTRELLAS» y Abraham creyó nuevamente.

 

  • Nunca debemos apurar los tiempos de Dios

Saray la esposa de Abraham estaba cansada de esperar y decide intervenir para lograr el sueño de tener hijos, ofreciéndole a su esposo que tuviera un hijo con su esclava y él lo acepto (Gen 16,1-3). Pero ese no era el plan de Dios, ese era un atajo que el Señor no quería que tomaran y trajo consecuencias destructivas para ellos y para toda su descendencia hasta el día de hoy.

  • La espera de las promesas es una oportunidad para ser perfeccionados según el querer de Dios

Dios dice al patriarca a los noventa y nueve años «Soy todopoderoso», «Vive en mi presencia», «Se intachable», «haré un pacto contigo», «multiplicaré tu descendencia en gran manera». No debemos desesperar mientras esperamos que se cumplan totalmente las promesas de Dios en nuestras vidas, en ese tiempo debemos vivir en su presencia, llenándonos de su poder, en amistad con Él, santificándonos cada día, con una visión de multiplicación y de bendición poderosa.

Conclusión: Debemos ir constantemente a la presencia de Dios, escuchando sus promesas, para mantener viva la Esperanza sobrenatural que el pone en nuestros corazones.

Taller:

Para la semana:

  • Orar todos los días pidiendo al Espíritu Santo que sane nuestros miedos a una nueva frustración y nos llene de una renovada esperanza
  • Orar con los salmos 43, 52, 62, 71
  • Leer sobre la esperanza en el libro de los Romanos capítulos 4 y 5

Para la próxima reunión:

  • Testimonios: Desde la reunión anterior y durante la semana, que miedos comenzaron a ser sanados y que sueños a ser resucitados.
  • Compartir la experiencia de oración con los salmos durante la semana
  • Leer en grupos y compartir lo que hayan meditado sobre el libro de los Romanos y cualquier otra cita bíblica a la que el Espíritu Santo los haya guiado a meditar en la semana.

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