El perdón abre las puertas de la sanación

Del cd «Perdón y sanación», Padre Claudio Olszanski.

La mayor dificultad para recibir la gracia de Dios es nuestra falta de perdón. Es la llave que nos abre a la sanación interior. En la base de toda herida siempre hay un perdón que dar o un perdón que recibir.

Nosotros estamos llamados al amor y por lo tanto llamados al perdón.

Todo rechazo al amor de Dios es un pecado, no perdonar es rechazar a Dios y a su Amor. En ese sentido no perdonar es un pecado.

Amarás a Dios con todo tu corazón, toda tu fuerza y toda tu alma y al prójimo como a ti mismo. Estos mandamientos no deja en tu corazón espacio para el odio, resentimiento o rencor.

La sanación muchas veces es un problema de perdón y el perdón es siempre un problema de amor.

Por lo tanto si nos queremos sanar debemos amar y perdonar.

Nosotros estamos muy acostumbrados al amor posesivo, interesado, egoista y desconocemos el amor evangélico que es desinteresado, paciente, servicial, no tiene envidia, no busca el mal. Nosotros tenemos que sanar nuestro modo de amar y el primer paso de la sanación del amor es darnos cuenta que no sabemos amar. El segundo paso es reconocer que no sabemos perdonar.

Cuántas veces hemos oido: ¡ no puedo perdonar, no voy a ser hipócrita ! ¿ Cómo voy a perdonar si no lo siento ?

El perdón no es un sentimiento, es una decisión. Cuando nosotros no perdonamos nos llenamos de odio y deseamos el mal a la otra persona que nos ha ofendido para satisfacer nuestra necesidad de justicia.

Pero triste verdad, somos nosotros los que nos enfermamos, nuestro corazón se enferma. Nos atrincheramos en nuestro rencor, nuestro odio, nuestro resentimiento. Hay algunas personas que terminan con cáncer o en una silla de ruedas por no perdonar.

Algunas personas se colocan una máscara, ya sea  de comedia o de tragedia, es vivir hacia afuera de apariencias, guardando hacia adentro frustraciones.

A veces la persona ya ha fallecido y no se ha perdonado ¿ quién es el que pierde ? perdonar es desconectarse de esa situación que me envenena, porque soy yo el que lleva la peor parte.

Algunas personas preguntan ¿es necesario buscar a la persona que me ofendió ? No, a veces la persona que realizó la ofensa no se acuerda, o está lejos, o es anciana, o incluso ya falleció.

El perdón no es algo fácil, es un camino que hay que recorrer.En lo personal, un perdón me llevó algo más de 2 años. Se repetía una imagen, un recuerdo de determinado hecho, hasta que por fin Dios concedió la gracia definitiva. Gradualmente el proceso continuaba, hasta que se levantó la última amarra.

Otros dicen yo perdono pero no olvido. Si en el recuerdo hay dolor el proceso no ha terminado. Si el recuerdo es sin dolor y además he sacado una enseñanza podemos decir que ese proceso de perdón está terminado.

Algunas personas dicen: primero que cambie, después lo voy a perdonar. Sentado voy a esperar que la otra persona cambie. El perdón es incondicional, yo tengo que perdonar ya sea que el otro cambie o no cambie.

Otra frase escuchada es: ¿ voy a perdonar para que me lo haga de nuevo? pedonar no es devolver toda la confianza.

La biblia nos dice perdonar 70 veces 7.

Otros dicen: aunque me esté muriendo no lo voy a perdonar. Este es un ejemplo claro de atadura por falta de perdón. Hay que gente que murió con odio y hay gente que murió de odio. Hay personas que no conocieron la libertad porque ataron su vida a un odio, un rencor. En lugar de vivir para el amor, vivieron para alimentar un odio. El que no perdona se va consumiendo de a poco.

¿Por qué siempre tengo que perdonar yo? .. y quien otro va a perdonar? a veces decimos porque tengo que dar yo siempre el primer paso? ¿por qué el otro no hace nada? las respuestas son claras, porque soy yo el que más pierde, porque es una cuestión de amor, porque Jesús te amó y perdonó primero, ¿ por qué el orgullo va a ser más fuerte que la esperanza de una vida nueva ?

Cuando hablamos de pedonar a Dios no es que Dios tenga culpa, haya hecho algo malo, sino porque nosotros nos enojamos con EL, nos distanciamos de EL, decidimos vivir al margen de sus mandamientos y como si fuera poco lo hacemos culpable de todos nuestros errores. El camino más fácil es culpar a Dios. Si Dios existe por qué hay guerras?, por qué permite la muerte de niños inocentes? En ocasiones culpamos a Dios por los temas sin resolver con nuestros padres. Un caso sería: en un velatorio se le dice a un niño: despídete de tu madre que Dios se la llevó ¿con qué imagen queda de Dios este niño? con una imágen de un Dios cruel, un Dios que se llevó la madre. El problema no es Dios sino la mala catequesis que se recibe.

Perdonar a Dios es recomponer los lazos con EL. perdonar a Dios es profundamente liberador, ya que derriba nuestra soberbia. Hay muchas imagenes falsas de Dios, por ejemplo el Dios amuleto, es decir el que está a voluntad de mi voluntad y de mis caprichos. Es un Dios cómodo que no me pide nada a cambio y no me crea obligaciones, no hace falta conversión. El Dios estrella, está en el cielo, poderoso, brillante, pero inalcanzable. El Dios supermercado, nos da lo que le pedimos si nosotros damos algo a cambio. O el Dios policía que me vigila, me controla, me amenaza con el infierno, no sabe de amor o misericordia. Es importante perdonar estas imágenes falsas de Dios.

Con el mandato de perdonar a los enemigos Dios nos saca del lugar de juez y verdugo al que nosotros nos subimos y nos devuelve el lugar de hermanos.

Si queremos vivir bien tenemos que perdonar y si no tenemos fuerzas tenemos que pedirlas al Señor: Señor pon en mi el deseo de perdonar, dame la gracia y la fortaleza para perdonar.

La única oración que Jesús nos enseño dice: Padre nuestro que estás en el cielo …. perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden … aqui vemos la claridad con que Dios describió la necesidad de perdonar.

Oración:

Señor Jesús queremos reconocer que Tu eres Rey y Señor, queremos reconocer que Tu eres Rey de reyes y Señor de señores. Te aceptamos como Señor y Rey de nuestra vida, como nuestro Salvador personal.

Queremos recorrer este camino de perdón y queremos recorrer contigo este proceso de sanación. Te invitamos a que visites cada uno de los rincones de nuestra vida y de nuestro corazón.

Señor Jesús no queremos ser juez, ni verdugo de nuestros hermanos. Queremos ser hijos tuyos y hermanos de todos los hermanos, que también son hijos tuyos.

Bendito seas Señor, quita de nosotros toda enfermedad de rencor y de odio.

Hoy queremos perdonar, enséñanos a perdonar, danos la gracia, pon el deseo de perdonar en nosotros, rompe las cadenas que nos atan y que impiden que podamos perdonar. Señor quítanos las máscaras, queremos ser auténticos.

Señor sabemos que en la base de toda herida, siempre hay un perdón que dar y un perdón que recibir.

Hoy pedimos perdón y perdonamos Señor.

Queremos tomar esta decisión aun con los sentimientos en contra. Hoy tomamos la decisión de perdonar a aquellos que nos han hecho mal, a aquellos que nos han hecho daño, que queriendo o sin querer, sabiendo o sin saber, nos lastimaron, los perdonamos Señor. De un modo especial perdonamos a nuestros padres. Bendito seas Jesús ponemos a nuestros padres a tus pies y los perdonamos de toda herida que hayamos recibido de ellos. Señor queremos que nos enseñes a perdonar 70 veces 7. Que nos enseñes a amar a nuestros enemigos. Que nos enseñes a bendecir a quienes nos maldicen. Señor queremos perdonar más alla de la justicia, queremos que nuestra justicia sea una justicia de misericordia, aléjanos de la venganza Señor. Hoy queremos tomar la iniciativa para perdonar.

Señor Jesús queremos aprender lo que significa vivir en la libertad del perdón.

Tu que habitas en la alabanza de tu pueblo, habita en nuestros corazones, que nuestro corazón sea un corazón lleno de perdón.

Rompemos esa declaración de independencia de Dios que en un momento firmamos, queremos reconciliarnos contigo, volver a tender lazos, puentes contigo. Aceptar la realidad que somos criaturas, hijos tuyos.

Señor hoy rompemos, destruimos, toda imagen falsa a la cual nos habíamos aferrado. Al Dios amuleto, al Dios estrella, al Dios supermercado, al Dios policía. Hoy perdonamos a todos los que nos han hecho mal. Te perdonamos a Ti de las cosas que te hicimos cargo y nos perdonamos a nosotros mismos de las culpas que nos cargamos.

Gracias Señor, te alabamos y te bendecimos por esta vida nueva que nos estás regalando.

Queremos ser hombres del perdón, ayúdanos Señor. Sabemos que tu Amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Permítenos amarte con ese amor. Que podamos amar y perdonar a nuestros hermanos.

Gracias Señor porque estamos renaciendo del Espíritu Santo.

Anuncio publicitario

11 comentarios en “El perdón abre las puertas de la sanación

  1. Pingback: El perdón abre las puertas de la sanación | Santísima Trinidad

Responder a Maria Cristina Perez Cancelar la respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s